No, no es así. La NKT no ha recibido ni un céntimo del gobierno chino, ni ha tenido trato alguno con él. Se trata de una acusación bastante común, que incluye afirmaciones inventadas de que Reuters encontró vínculos entre agentes chinos y la Nueva Tradición Kadampa (NKT), pero no es cierta. No se ha presentado ni una sola prueba en apoyo de esta afirmación. En el Reglamento Interno (§3) dice:

La New Kadampa Tradition no es una tradición del budismo tibetano, sino una tradición budista totalmente independiente y de ámbito mundial. Los estatutos de la organización sin ánimo de lucro de la NKT–IKBU prohíben de manera explícita tener cualquier afiliación política.

La Nueva Tradición Kadampa (NKT) nunca ha tenido ni tendrá ninguna afiliación política con los gobiernos chino o tibetano, ni con ningún otro gobierno. Mezclar religión y política es la causa de enormes problemas. Es habitual que a cualquiera que critique al Dalai Lama se le tache de «simpatizante chino» o se le acuse de estar en nómina del Gobierno chino, pero en el caso de la NKT-IKBU se trata de una afirmación totalmente falsa.